Estos son los beneficios de dejar la leche

La leche es una de los primeros alimentos que consumismos, exactamente la leche materna. Sabemos que la leche de caja no tiene las mismas propiedades que la materna, pero es lo primero que tomamos. Pero ¿qué tan bueno es seguir tomando leche? Dejar la leche, resulta difícil pero no imposible, muchos más, si no sabemos por qué debemos eliminarla de nuestra dieta. Consumimos leche incluso cuando somos adultos sin saber muy bien qué nos aporta o en qué nos afecta después de cierto tiempo.

Beneficios de la leche

La leche un alimento que favorece los tejidos en el organismo gracias al aporte de proteínas. Por su contenido de calcio, previene la osteoporosis, aumenta el crecimiento de la flora bacteriana. Además, tiene un efecto neutralizante de la acidez estomacal. Por otra parte, paraliza el desarrollo de gérmenes en el intestino. Cabe mencionar que la calidad de la leche cada vez es peor, pues la someten a varios tratamientos y esta va perdiendo propiedades. La leche tratada, es decir, la comercializada esta adulterada, pasteurizada y procesada. A veces en estas etapas de industrialización pierde sus propiedades, por lo que tiene que ser adicionada.

Inconvenientes del consumo

Así como contiene varios nutrientes, también carece de hierro, fibra y vitamina C. La leche suele ser un irritante para algunos personas intolerantes a la lactosa que contiene. Otro inconveniente es que, en exceso, puede contribuir al desarrollo de ciertas enfermedades, como cataratas y artritis reumatoide, además de anemia ferropénica. Ciertos componentes de la leche son factores que favorecen el desarrollo de enfermedades coronarias, además se dice que tiene bacterias y químicos.

Cuando debes decirle “adiós” a la leche

Se debe dejar la leche cuando se tiene una alergia o intolerancia  a la lactosa. El exceso de mucocidad en la garganta, la sinusitis y la presencia de flemas se debe a la ingesta de la leche. La diarrea frecuente y sin causa “aparente” se asocian a la leche, además de la acidez gástrica.

¿Y tú sigues consumiendo lácteos?