¡Ten mucho cuidado! El embarazo sensibiliza tu cuerpo en muchos de sentidos que ni te imaginas. Parece que todo ahora es inofensivo, pero te pueden dañar más de lo que piensas, incluso cosas de tu rutina diaria. Si estás embarazada, te aconsejo tener cuidado al hacer estas actividades, es por tu propio bien.
Hacer la limpieza general de tu casa
No todas las mujeres son muy fuertes durante el embarazo y por ello que debes tener cuidado al hacer la limpieza de todo tu hogar. Esto se debe a que ocupas diferentes productos de limpieza que están llenos de químicos peligrosos para tu salud. Aunque algunos productos nunca te han causado alergias antes, es muy probable que lo hagan ahora porque la piel se tiende a volver más sensible durante el embarazo. Además, cuando realizas la limpieza de tu casa por lo general te mueves de aquí para allá. No es muy recomendable que estés haciendo movimientos nada usuales mientras estás embarazada. Por el esfuerzo que realizas, esto podría ocasionar inflamación del nervio ciático
Limpiar la caja de arena de tu gato
El cariño de un gato es inigualable al igual que su desecho fecal. No tienes por qué deshacerte de tu gato cuando estás embarazada; primero porque es un acto cruel y segundo porque solo su materia fecal podría dañarte. Por eso te recomiendo que no seas tú quien limpie su caja de arena. ¿Por qué? Los gatos portan un parásito llamado Toxoplasma gondii que se puede transmitir fácilmente a una persona que asea el arenero. Esto se traduce en infecciones que podrían poner en riesgo tu embarazo.
Limpiar el baño
Nuevamente cabe recordar que mientras estés embarazada, tu cuerpo y piel estarán más sensibles. Cuando limpias el baño te estás exponiendo a los cientos de sustancias químicas que contienen los productos de limpieza. Bueno, es imposible no lavar tu baño durante nueve meses, pero puedes acudir a otras alternativas. Cómo por ejemplo, puedes utilizar productos de limpieza 100% caseros e inocuos, como bicarbonato de sodio, jugo de limón y vinagre.
Mover objetos pesadas
Ni siquiera debes considerarlo como una opción. No puedes forzar tu vientre durante esta etapa ni tampoco tu espalda o hacer movimientos muy bruscos. Parece algo inofensivo, pero podrías lesionarte o sufrir un dolor innecesario durante días.