Existe una gran diversidad de tratamientos estéticos que nos permiten cuidar la juventud, salud y belleza de nuestra piel. En este sentido cada vez más tratamientos se enfocan a nivel microcelular para limpiar y restaurar las capas epidérmicas. Uno de ellos utiliza una mezcla de enzimas y oxígeno que asegura resultados visibles y duraderos. ¿Quieres saber un poco más?
Factores que afectan nuestra piel
Nuestra piel es invadida diariamente por contaminantes, radicales libres, polvo y residuos de maquillaje que la afectan a la larga. Además, nuestro consumo del alcohol, la exposición solar y la falta de cuidados hacen que el cutis se engruese, pierda vitalidad y gane opacidad. Por si fuera poco, la piel comienza a mancharse, pierde elasticidad y capacidad de crear colágeno. Todos estos padecimientos se ven favorecidos por el estrés. Pareciera que no hay solución… pero sí la hay. Te cuento un poco más.
Cómo funcionan las enzimas y el oxígeno
El oxígeno aplicado a presión es capaz de desincrustar y eliminar las impurezas que se alojan en la superficie cutánea. Es tan efectivo, que inclusive puede eliminar las manchas causadas por la exposición solar. La presión que ejerce y el nivel tan profundo que alcanza hacen que la circulación se reactive por lo que también favorece a la elasticidad. Por otra parte, una enzima es una proteína que promueven las reacciones moleculares, tanto de nuestro tejidos como de nuestros órganos. También son capaces de degradar y dividir otras células por lo que son utilizadas en algunas variedades de peeling.
Entonces, ¿cómo benefician la enzima y el facial de oxígeno?
El primer paso es realizar un facial de oxígeno mediante el que se desincrustan las impurezas del cutis. Después, se aplica una solución de ácido mandélico que retira algunas células muertas. En seguida, se aplica una capa de suero con enzimas que alisa la textura de la piel. Enseguida se equilibra el pH para evitar alguna complicación futura. Finalmente se aplica una mascarilla de colágeno para brindarle protección. El resultado: un cutis más liso, terso, suave, radiante y sedoso.