La base de maquillaje oculta las imperfecciones y empareja el tono del cutis. Sin embargo, el problema surge cuando se cae en el uso excesivo de este producto, lo cual no es necesario para cubrir defectos o igualar el tono. Con la ayuda del corrector y la base aplicada correctamente, tu piel se verá lisa y fresca, sin una plasta de maquillaje.
¿Cómo elegir el color de la base?
Para obtener los mejores resultados es necesario tener el color correcto de base. Pruébalo aplicando una pequeña cantidad de producto sobre el mentón limpio. Nunca pruebes el color sobre tu mano, jamás será el mismo que el de tu rostro. Asegúrate de que combine perfectamente bien con tu tono de tez. Recuerda que no debe ser ni más claro ni más oscuro que tu piel, sino igual. Es importante que realices este procedimiento a la luz de sol, pues con luces artificiales puede verse diferente.
Elige la textura según tu tipo de piel
Saca el mayor provecho de tu base eligiendo la textura correcta de acuerdo a tu tipo de piel.
- Crema: ideal para pieles normales a secas.
- Fluida: apta para todo tipo de pieles, especialmente normal a grasa, pues contiene más agua en su fórmula.
- Polvo: usa base en polvo si tu epidermis es grasa, pues controlará el brillo y te dará un acabado aterciopelado.
- Crema con color: funciona bien para todo tipo de piel, pero es muy transparente así que tiene poca cobertura. Tiene la ventaja de brindar protección solar.
¿Cómo aplicar la base?
Existen diferentes herramientas para la correcta aplicación de la base de maquillaje. Las esponjas son ideales para la aplicación de bases cremosas y en polvo, pues las esparcen y difuminan muy bien evitando la plasta. Mientras que las brochas se ocupan para la aplicación de bases líquidas. De igual forma puedes usar tus dedos para esparcir la base mientras no sea en polvo. Son muy útiles, ya que puedes sentir en dónde hay excesos y difuminarlos de una mejor forma.
Aplica la base siempre desde la frente hasta el mentón y desde la nariz hasta las orejas. Si la aplicas con puntos sobre el rostro te costará más trabajo difuminarla, así que mejor evítalo. Si te cuesta trabajo deslizar tu base sobre tu piel, puedes mezclar un poco de crema hidratante con tu base para hacerla más líquida y untable. Una vez aplicada la base, es momento de usar el corrector.
¿Cómo aplicar el corrector?
Al igual que la base, se puede aplicar con pinceles o brochas para ser más precisas o simplemente con los dedos. Igualmente debes evitar hacer una plasta. Las zonas del rostro que se deben iluminar son el centro de la frente, sienes, lados de la nariz y contorno de los labios. Así mismo debes corregir cualquier imperfección en este momento con la cantidad que sea necesaria.