Dermatológicamente, se considera piel sensible a la que muestra resequedad y manifiesta enrojecimiento, protuberancias, pústulas o erosiones. Si tu piel es demasiado sensible esto puede ayudarte, aunque no debes olvidar acudir con un dermatólogo para recibir el tratamiento adecuado.
Cómo saber si tu piel es demasiado sensible
La dermatóloga Leslie Baumann, directora del Instituto de Medicina Cosmética en la Universidad de Miami, señala que hay cuatro tipos de piel sensible. Acné, rosácea, ardor y escozor y dermatitis de contacto por alergias o irritantes. Hay ciertos cuidados que se deben tomar en cuenta si tu piel es sensible con los tipos antes mencionados.
Hidrata tu piel regularmente
Cuando la piel está deshidratada es más propensa a sufrir infecciones, alergias o irritación. Si aplicas algún producto hidratante ayudas a sellar la humedad y así se crea un escudo nutritivo y protector en tu piel. Además de aplicar una crema hidratante, también toma suficiente agua durante el día.
Evita el jabón
Casi todos los jabones comerciales contienen fragancia, por lo cual se convierten en el peor enemigo de la tez demasiado sensible. Esta necesita hidratación, por lo tanto es mejor elegir geles y lociones hipoalergénicas y libres de formaldehído para la piel sensible.
Protector solar, no puede faltar
Sin importar el tipo de piel que poseas, debes usar protector solar para evitar los daños causados por los rayos del sol. Por lo tanto, la piel sensible lo requiere aún más protección, pues es altamente susceptible no solo a los efectos causados por el sol, sino también del frío, el calor y el viento.
Cosméticos
Desecha tus productos caducos, pues podrían causar daños en tu piel. Si la tuya es demasiado sensible usa bases de silicona y polvos en vez de cremas. También prefiere sombras claras, pues los intensos y oscuros irritan. Si decides cambiar de marca es mejor que pruebes el producto antes de usarlo. Sólo aplica un poco de producto en la parte inferior de tu muñeca y espera 48 horas. Finalmente, verifica si hay enrojecimiento, irritación o inflamación.
Cuida tu alimentación
Debes llevar una dieta saludable para que tu epidermis se mantenga lo mejor posible. Incluye alimentos frescos, frutas y vegetales que contengan vitamina A y C. Evita comer en exceso productos lácteos, gluten, enlatados y congelados.
Duerme lo suficiente
Tu piel se repara mientras duermes, por lo que es importante que duermas lo suficiente. La falta de sueño impide el proceso natural de regeneración celular.